Arte como terapia: Alternativa a ciertos malestares
Arte como terapia: Alternativa a ciertos malestares mediante procesos creativos
El 3 de mayo de 2008, me desperté con un insoportable zumbido en el oído izquierdo, la fecha NO se me olvida, ni la hora, pues definiría gran parte de mi vida futura.
Luego de más de un año (en total fueron 3) de tratamiento con especialistas, el tinnitus (así se denomina este infernal sonido) fue bajando de intensidad, para ello fue necesario atender las recomendaciones médicas, cambiar un poco la dieta, el estilo de vida, bajar de peso, volver hacer ejercicio, dar largos paseos en bici de montaña (por senderos que desconocía y no conocería de no ser por esta circunstancia, llegué a pedalear más de 8 horas y recorrer muchos km. en un día), dormir mejor, volver a escribir poesía, tocar la guitarra, hacer jardinería...
En fin muchas cosas, entre otras; volver a mirar al arte como una alternativa para que se me olvidara por momentos ese malestar, es así que pasaba muchas horas dibujando, ilustrando, pintando, haciendo bocetos, garabatos sencillos o dibujos complejos y llenándolos de color con lo que tenía al alcance; pinceles, esponjas, espátulas, crayones, lápices de colores profesionales y no profesionales, lapiceros de colores baratos y caros, plumones delgados y gruesos, acuarelas de pastilla y de tubo, oleos, colores pasteles de polvo y de aceite.
-Tinnitus, o acufenos, un sonido que nadie oye, sólo tú-
Un infierno que nadie entiende, pues te ves normal, no te ves enfermo, NO puedes explicar lo que es, sólo sabes que es insoportable, buscas tus propios refugios, interactúas con gente que tiene ese mal, pues ellos entienden.
Ahí el arte pictórico empezó a ayudarme y se convirtió en una gran compañía, tener los colores en mis manos y ver como se esparcirán por el papel, como se combinaban y como formaban obras únicas e irrepetibles me hacía olvidar ese malestar, sólo me sentía bien dibujando o pintando, sólo me tranquilizaba el color, solo la combinación de colores me daba un poco de silencio, después tenía que poner música o la TV, o algo que enmascarase el sonido, la llovizna era perfecta, y entonces pintar con llovizna era de lo mejor.
Todavía no sé la causa de este malestar, lo único que importa es que se fue al 80% y ahora puedo dominarlo y acostumbrarme, yo que siempre valoré el silencio, ahora NO puedo tenerlo. Sigo pensando y estoy seguro de que el Arte tuvo mucho que ver en la rehabilitación. El sonido sigue ahí, pero no a la intensidad que estuvo alguna vez.
(19sep2019)
Por: Godofredo Oscós Flores
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